Por sus propiedades y características físicas, los envases de plástico termoformados son una excelente alternativa para el almacenamiento de alimentos, contando con una alta resistencia, transparencia y reciclabilidad.
Elaborados en base a PS, PP o PET, estos envases se encuentran absolutamente validados para estar en contacto directo con los alimentos, siendo utilizados como contendores de helados, lácteos, pastelería, bebidas, frutas, verduras,
frutos secos, sándwiches, postres, entre muchos otros alimentos.